¿Cuál es la mejor calefacción para un bebé?

¿Cuál es la mejor calefacción para un bebé?

A la hora de garantizar el máximo confort posible para los bebés es fundamental tener en cuenta la importancia de que puedan disfrutar de una temperatura cálida y agradable durante todo el día. A continuación te contamos cuál es la mejor calefacción para un bebé, según los expertos. Sigue leyendo para valorar cuál es la mejor calefacción para un bebé, según los profesionales.

La calefacción para el bebé: cuál es la mejor opción

El bebé pasará los primeros meses de vida en su hogar y sobre todo en su habitación. Es por estos motivos que resulta fundamental generar un ambiente adecuado a nivel de humedad, temperatura y de otros factores ambientales. A continuación te presentamos algunas recomendaciones generales a tener en cuenta para escoger la calefacción y usarla de manera eficiente si tenemos un bebé en casa.

El sistema de calefacción perfecto para los bebés son los radiadores eléctricos o los radiadores de gas, según los profesionales. Esto es así porque, como nos han explicado los profesionales de https://serviciodereparacion.es/ a los que hemos consultado para la realización de este artículo se trata de radiadores que ofertan un calor homogéneo y agradable. Del mismo modo, son radiadores que pueden regularse de manera independiente, siendo ideales para todas las personas que vivan en una casa.

Es recomendable no usar estufas de butano, braseros ni elementos calefactables similares si tenemos bebés en casa porque además de ser peligrosas pueden viciar el aire de la habitación. Del mismo modo, es fundamental tener en cuenta que la cuna, la cama, la hamaca, el parque o la trona del bebé no deben ubicarse nunca cerca de las fuentes de calor para evitar contratiempos, accidentes o que el bebé pueda estar expuesto a temperaturas excesivamente elevadas que puedan llegar a dañar su salud o a provocar su incomodidad.

La calefacción resecará en gran medida el ambiente y esto no es saludable para los bebés. Las habitaciones en las que se encuentre el bebé deben tener una humedad de entre el treinta y el cincuenta por ciento. Con un porcentaje superior aparecerán hongos y otras molestias. Del mismo modo, en estos casos un termómetro y un higrómetro serán una gran alternativa para poder controlar de manera eficiente la temperatura y la humedad.

A continuación pasamos a revisar los diferentes tipos de calefacción más interesantes para un bebé. En primer lugar encontramos las calefacciones o radiadores eléctricos, una gran alternativa para el ambiente del bebé. Ahora bien, al instalar este tipo de calefacción debemos tener en cuenta su ubicación porque al alcance del bebé pueden producirse quemaduras leves. La temperatura la controlaremos a través del termostato, que consumirá muy poca energía y distribuirá el calor de manera homogénea por todo el ambiente. Estas calefacciones son sencillas de instalar y no requieren de mantenimiento constante.

Por otro lado, encontramos la calefacción por caldera, una buena alternativa porque no cuenta con riesgo de quemaduras, porque consume muy poca energía y porque distribuye el calor de manera eficiente a través de radiadores, sin liberar gases tóxicos.

Encontramos también los termo ventiladores, económicos y de sencilla instalación, pero que se recomiendan solamente para ambientes pequeños, como por ejemplo para calentar el baño antes de bañar la bebé o la habitación antes de dormir. Finalmente, los sistemas de calefacción infrarroja son también una buena alternativa porque distribuyen el calor mediante sistemas de ondas que generan calor sobre las superficies. No calientan el aire y por tanto son ideales para bebés con enfermedades respiratorias, son silenciosos y no emitirán olores desagradables.

Recomendaciones para usar la calefacción de forma adecuada con un bebé

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de usar la calefacción de forma adecuada si tenemos un bebé es la temperatura. En este punto es fundamental llevar un control eficiente de la temperatura si el bebé se encuentra en casa. Resulta clave tener en cuenta que debemos evitar que el bebé pase frío y que pase calor.

De esta manera, lo mejor es mantener la temperatura de la casa entre 21 y 24 grados durante el día, siempre cuando el bebé se encuentra activo y fuera de la cuna. Para las noches, la temperatura ideal es de entre 18 y 20 grados porque cuando el bebé se encuentra abrigado con el pijama las pantas y las sábanas su cuerpo ya generará calor.

No es recomendable colocar la cuna cerca del radiador ya que el exceso de calor aumentará el riesgo de posibles enfriamientos, de deshidratación y de muerte súbita, con lo que debemos evitar este punto en gran medida para prevenir contratiempos.

Para evitar de manera eficiente el exceso de humedad recomendamos ventilar de manera eficiente las estancias cuando el bebé no se encuentre en casa. Por contra, si el ambiente es muy seco debido a la calefacción, recomendamos utilizar un humidificador para que el pequeño pueda descansar en las mejores condiciones posibles.

Por otro lado, cuando vayamos a bañar al bebé es importante caldear siempre previamente el cuarto de baño o la habitación con la calefacción. La temperatura ambiente y la temperatura del agua deben ser agradables para el bebé si queremos prevenir problemas de enfriamiento.

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