Mejores sofás para casas con niños

Mejores sofás para casas con niños

Dada la importancia que reviste el sofá en la decoración de nuestro hogar, por su tamaño y uso continuo, debido a la cantidad de actividades que hacemos sobre él, escogerlo no es nada fácil.

Son muchos los elementos a tener en cuenta y más aún cuando lo hacemos para una casa con niños, los que sin importar cuán disciplinados sean, lo ensuciarán y mancharán con frecuencia, conforme a su edad y los consecuentes retozos y juegos.

Sin embargo, la elección se nos puede facilitar si contemplamos los elementos claves que a continuación detallamos, los que describen un sofá perfecto para un hogar con peques.

Más que un sofá

Cuando tenemos niños y queremos aprovechar todo el espacio posible en nuestro hogar, podemos optar por que nuestro sofá sea más que un sofá.

¿Qué significa esto? Pues que el mueble además de facilitar el descanso, la lectura, el ver la TV y las otras muchas cosas que hacemos en el salón, puede tener compartimentos para almacenar objetos como los juguetes de los peques, a los que el almacenamiento de gavetas y cajones en su habitación se les quedará chiquito.

Seguramente coincidirás que los niños prefieren jugar en el salón, a la vista de sus padres y otros adultos, para convertirse en el centro de atención. Es una necesidad intrínseca que la mayoría tiene, por lo que qué mejor que facilitarles el juego en la sala, sin que esto implique demasiados regueros al final del mismo.

Múltiples plazas

Para una casa con niños, aunque sea solo uno, un sofá incluso de más de tres plazas es preferible a uno de menos capacidad.

El mueble deberá permitir que gran parte de los miembros de la familia estén sentados sobre él al unísono y si bien en principio los niños no ocupan mucho espacio, debemos contemplar que irán creciendo y sus necesidades espaciales se incrementarán.

Por ello los vendedores recomiendan para familias numerosas escoger una composición de sofás y sillones/butacas, pero cuando el espacio de nuestro salón no lo tolera, podemos apostar por un sofá chaiselongue, con suficientes espacio para los infantes y para los adolescentes que serán más rápido de lo que creemos, así como para el resto de la familia.

Facilidades de limpieza

Como dijimos al inicio, los niños ensucian. Por tanto, un sofá que sea fácil de limpiar resulta mucho mejor que otro que no lo sea, con independencia de los valores estéticos y decorativos de cada uno.

¿Y cuáles son esos sofás? "Pues los más idóneos en ese sentido son aquellos desenfundablesy lavables, a los que le podemos también proteger la tapicería con una funda extra", nos recomiendan desde www.sofas4plazas.com. "En caso de que no podamos hacernos con uno de estos no debemos martirizarnos, pues incluso los tradicionales podemos trabajarlos para que luzcan limpios, solo que mediante limpiezas más periódicas y de un mayor nivel de dificultad y esmero".

Camuflar lo sucio

Por último, para que las limpiezas no deban ser diarias ni demasiado frecuentes, ya que hay muchas tareas hogareñas, podemos decantarnos por sofás con tapicerías que permitan camuflar la suciedad.

Entre estas están las de diseños estampados, que disimulan las manchas, y las de tonos variables con combinaciones derivadas del marrón.

Para una casa con niños no se recomiendan nunca los sofás enteramente blancos, ni tampoco los negros, como muchos creen. 

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